La iglesia Misión Cristiana de San José volverá a sus reuniones generales este sábado y su pastor, Leonardo Agostino dialogó con espíritu del Sur sobre como será volver a abrir las puertas del templo, el trabajo de la iglesia en cuarentena, la adaptación a las nuevas tecnologías y todo sobre la visión educativa que llevan adelante desde 1991 con la escuela Vida Cristiana y el trabajo social que hacen desde hace varios años.
Después de siete meses, las iglesias comienzan a reabrir sus puertas, varias ya empezaron y otras están adaptando todo para su regreso. En este caso la iglesia Misión Cristiana de San José reabrirá el sábado a las 19 HS. “Tenemos todo el protocolo sanitario preparado, la reunión será de una hora y además se podrá ver en vivo por las redes sociales de la iglesia”, señaló su pastor.
Si bien la vuelta de las reuniones es un hecho, es verdad que no todos pueden asistir, es por eso que se transmitirá también en vivo. “Hay muchas personas que deciden quedarse en su casa y nos parece prudente, nosotros intentamos cuidarlos, es por eso que van a poder participar online a través del streaming”, sostuvo Leo.
Si bien ahora la iglesia cuenta con transmisiones más profesionales, Agostino nos contó que en un comienzo se hacían de manera más precaria. “Al principio nos agarró a todos medio de sorpresa, acá en los grupos más pequeños nos manejamos con zoom o videollamada y en las reuniones generales implementamos el streaming. Creo que es algo que llegó para quedarse y que la iglesia tiene que estar adaptada a todo lo nuevo”, agregó.
Con respecto a la iglesia y su estructura educativa y organizativa, hay que decir que la misma nació con el proyecto de la escuela Vida Cristiana en 1991 de la mano del pastor y padre de Leo, José Agostino. En sus comienzos tuvo 10 años en donde el colegio no solo no tenía ganancias sino que tenía perdidas, hasta que en 2001 pudieron conseguir subsidiar el 80% del secundario y eso hizo que comiencen a respirar un poco desde lo económico y comenzar a crecer.
“Mi padre tuvo la visión de una iglesia formada desde la educación. Hoy la escuela cuenta con jardín, primaria y secundaria, mientras que la iglesia tiene entre 250 y 300 miembros. A su vez, a parte de la reunión general, nos dividimos en grupos chicos como; escuela dominical para niños, pre-adolescentes, adolescentes, jóvenes, reuniones de mujeres, varones y mixtas”.
El pastor de 44 años, que también es psicólogo social, lleva 13 años en el pastorado. Previamente había sido líder de alabanza -luego de tocar el acordeón y el teclado-, de adolescentes, de jóvenes y de discipulado en casas. Con respecto a su camino en el evangelio aseguró: “Gracias a Dios nunca me aparte de la iglesia. Nací en un hogar cristiano, con un padre muy transparente que no era una cosa en la iglesia y otra en mi casa, así que eso creo que fue una de las claves por lo cual nunca me alejé. Por otra parte, mientras iba pasando por diferentes etapas de liderazgo, me veía venir el pastorado pero no quería saber nada. Sabía que no es lo mismo estar a cargo de un grupo que de una iglesia”.
Hoy, después de toda una vida en el evangelio y de haber estudiado psicología social con Alfredo Moffatt. Leo entiende que el trabajo social es muy importante para llevar a las personas a Jesús y por eso trata de impregnarlo en todos aquellos que asisten a Misión Cristiana.
“La congregación viene realizando un gran trabajo desde lo social, si bien durante la cuarentena asistimos a muchos hermanos y vecinos del barrio 2 de abril con mercadería, ya previo al aislamiento obligatorio se venía haciendo una gran labor en el hospital Oñativia. Hace 3 años que comenzamos ahí con la idea de involucrarnos más allá de una visita, sino viendo que necesidades había. Durante ese tiempo pudimos recrear una vez por semana a una señora mexicana invalida que había sido abandonada, pintar el hospital y reparar 5 salas de internación. Además de una limpieza general que realizamos diariamente cuando los empleados de limpieza estuvieron de paro. Todo eso hizo que nos ganemos una oficina compartida”.
Previo al gran trabajo que la iglesia comenzó a realizar en el hospital, ya el grupo encargado de las tareas sociales también salía a constitución todos los viernes para llevarle comida a las personas en situación de calle. Esa actividad se hizo por dos años.
“Creo que el llevar adelante acciones sociales desde la iglesia fue algo que tomé de mi papá. El llegó desde Italia escapando de la guerra y supo muy bien lo que es pasar necesidad. Por eso siempre se preocupó desde su posición por llevarle mercadería a los miembros de la iglesia y a los vecinos que más lo necesitaban”.
Es importante destacar también que cada santa cena de la congregación Misión Cristiana se junta mercadería. Las personas que pueden acercan una bolsa con alimentos no perecederos y eso el grupo social lo divide y lo reparte entre algunos miembros de la iglesia o vecinos del barrio.
Por último, el pastor que es padre de dos niñas, no dejó de remarcar lo importante que es su esposa, quién está a la par como pastora, ejerce la psicopedagogía y es vicedirectora de la escuela. Además agregó que, a pesar de los cargos y responsabilidades, en épocas normales sin cuarentena, se hace un tiempo para jugar a la pelota con sus amigos de toda la vida una vez por semana, ya que el fútbol es el deporte que le gusta.
Para finalizar, Leo nos dejó los dos capítulos que más lo impactaron de la biblia: Isaias 53 y el Salmo 139.